En este post de hoy, os mostraré una teoría que ha quedado obsoleta, y que ha sido cambiada por una nueva, ya que haciendo nuevos estudios demuestran que la teoría inicial estaba equivocada, aunque parte de ella tenía cosas ciertas.
La teoría de la que se va hablar, es el neptunismo, una teoría que explica el origen de las rocas, pero que el plutonismo a desmentido en parte.
Para ello debemos conocer un poco en qué consistían.
El
neptunismo surge de la mano de Abraham Gottlob Werner, a finales del siglo XVIII. En esta teoría Werner defiende que el planeta en su origen estaba tenía las superficie totalmente de agua, y que la corteza terrestre (que estaba recubierta de agua), había sido formada a partir de la
cristalización de minerales y por la
sedimentación. De esta manera se justificaba el Génesis utilizando el Diluvio Universal como causante de que el planeta estuviese entero
sumergido en el agua. Con el neptunismo también se justificaba la formación de las montañas, ya que los neptunistas decían que estas se habían formado por la acumulación de estos sedimentos en el fondo. Los neptunistas se basaban en el
basalto, afirmando que tenían el origen en los sedimentos y la cristalización de los minerales.
Pero al haber gente que tenían una opinión distinta, nació el
plutonismo de mano de James Hutton, que desmentían completamente la teoría del neptunismo, aportando ellos que el origen de las rocas era magmático, demostrando que el basalto en el que los neptunistas se basaban era una roca ígnea volcánica.
En esos momentos la rivalidad entre plutonismo y neptunismo, dio pie a numerosas discusiones sobre el origen de las rocas, y así mismo del planeta y las montañas. En la actualidad conocemos que el origen de las rocas puede ser sedimentario, metamórfico o ígneo, y que por tanto las dos teorías tenían parte de razón sobre el tema, pero también ninguna de las dos teorías estaba totalmente en lo cierto.
Lo que obserbamos con estas dos teorías es que gracias al neptunismo se pudo conocer más cosas sobre el origen de rocas sedimentarias, y por otra parte con el plutonismo se profundizó en el origen de rocas ígneas. Por otra parte también con el neptunismo obtuvo más información sobre la formación de los fósiles y del estudio de estos.
En conclusión, una teoría puede estar obsoleta porque no tiene sentido tras demostrase que estaba equivocada, pero también es posible que esa teoría nos ayude a comprender cosas que habían quedado en el aire o que podamos encontrar respuesta a nuevas incógnitas que van surgiendo y no nos habíamos planteado.